!PRIMEROS LOS PIBES!
Cuando ayer leía la triste y angustiante estadística de que cada 100 jóvenes que cometen un delito 95 reinciden, me pregunte desde donde podriamos y como encontrar la solución?La Noticia de lo sucedido a Fernando Cáceres, me llevo a pensar, en “El ángel” un chico, con 14 años y 60 causas por robo calificado y homicidio, adicto a la marihuana, alcohólico, violento y psicópata. Que le prendiera fuego a otro niño de 13 años por el solo hecho de ser hijo de un policía.
También recordé a "Dani" ese otro niño de 14 años que sin dudarlo vació un cargador de su pistola sobre su victima, destruyendo toda una familia.
Estoy seguro que no todos los delitos son consumados por menores de edad, pero se que esos jóvenes de 18 a 23/25 años, los cuales son los que marcan el mayor índice de delincuencia y demuestran una fuerte agresividad, no hace mucho fueron esos niños como “El ángel” o “El Dani”, son los mismos que nacen y se crían en un medio que los entrena para delinquir.
El Estado Nacional tiene la obligación de brindar seguridad, educación y salud, es cierto pero estamos ante una historia que parece olvidada, historia que nos remite inicialmente a la violencia institucionalizada en manos de represores especialistas de la violencia, tortura y desaparición, luego nunca hubo políticas de estado en materia de seguridad, por el contrario hasta hubo indicios que desde algún lugar del estado se incentivo la droga como forma de “Clientelismo político”.
Todo esto es la herencia del presente incierto, con pedidos de mano dura, bajar la edad de la imputabilidad, pena de muerte y muchas otras apologías a la violencia, conjuntamente con medios de comunicación masiva que son los voceros de una oposición política con características feroces donde no hay un solo razonamiento de aporte a las autoridades nacionales que en solo 6 años y aún en esta situación desfavorable lograron mejorar las condiciones sociales existentes hasta el año 2002/3.
La delincuencia juvenil es producto de una falta de contención permanente, y sin tomarlo como un acto discriminatorio, es producto de la marginalidad, del abandono al sistema educativo, de la fragmentación familiar, de la falta de compromiso de una sociedad entera que miraba para otro lado con un" peso un dólar"y aun hoy sigue reclamando volver a entonces.
Frente a la gravedad del caso no debemos buscar más las causas ni culpables, todos tenemos la obligación de buscar soluciones, aportar ideas que se rijan en el pleno derecho jurídico y humano.
Mi aporte personal es apelar a aquellos empresarios, comerciantes , profesionales que estando seriamente amenazados por el incipiente pero constante delito juvenil revisen sus comportamientos para poder generar una sociedad más justa, con Más empleo ,que cambien un arma por un empleo, con una escuela publica integradora y no excluyente, y aquí la gran responsabilidad les copmpete a los docentes que desde hace más de una década están en permanente conflicto con el estado, y es cierto que sus reclamos son justos, pero razonemos y nos daremos cuenta que algo se debe ceder.
A la violencia, la delincuencia, la droga y tantos otros males no se la combate con violencia ni intolerancia, solo desde la implementación de políticas sociales llegaremos a controlar tanta inequidad.
Junto a esto nos debemos comprometer, sostener y regerarquizar la familia algo irremplazable para la contención y formación de los niños.
Desde el estado nacional, estamos viendo algunas propuestas que con todas sus falencias se direcciónan en políticas sociales no asistencialistas por el contrario aparecen en reemplazo de ellas, ejemplos: asignación universal para los pibes, ley de servicios audiovisuales, reforma política, ley de movilidad Previsional, industrialización del país en la búsqueda de empleos genuinos, subsidios a escuelas industriales y promoción de las mismas, etc. Etc.
Frente a esta realidad objetiva, no podemos buscar la salida desde respuestas espasmódicas, no es fácil de cara a chicos que viven en hogares inexistentes y se mueven en un contexto social altamente contaminado con conductas antisociales.
La solución debe empezar por actos de solidaridad. Políticos que dejen de adjudicarse la verdad absoluta , empresarios que deben abrir sus sentimientos, pagando salarios más justos y empleando a más personas, profesionales que deben dejar la soberbia del saber para entrar en el comprender, entre todos exigiendo al estado nacional políticas claras para el desarrollo de una sociedad más justa.
Desde este lugar, solo desde este lugar, lograremos superar e incluir a esos niños que hoy se han convertido en niños asesinos.
Eduardo Visco – Periodista
Conductor “Debate Abierto”
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