El campo del intelectual es por definición la conciencia. Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra" Rodolfo Walsh

miércoles, 15 de agosto de 2012

Frente a nuevos paradigmas


INDIVIDUALISMO Y SOCIEDAD
Por Eduardo Visco*

Ante la inexplicable y equivoca actitud de gran parte de la dirigencia política, es necesario buscar las posibles causas que afectan el criterio, el conocimiento académico y científico, poniendo en riesgo los destinos de la nación y el bienestar de los pueblos.
Eduardo Duhalde
                                                                        
Mauricio Macri
Este análisis no pretende instaurar ni establecer una verdad única, solo quiere profundizar el debate de nuevos valores o desvalores y comportamientos sociales.

El hombre como primer proyecto de una sociedad colectiva, tiene un pensamiento individualista que es corregido con el aporte de ideas y la voluntad personal, poniendo todo su potencial en la construcción de un   amplio colectivo social.                                                      
                                                                                                
Frente a una sociedad que muestra serias fragmentaciones y que a cambiado en forma rotunda sus comportamientos, comportamientos que producen una seria ruptura social, reflejada con amplitud en el universo de interpretaciones, transitando un mundo “psicologista “ que genera nuevas relaciones de comportamiento, produciendo variantes en las conductas.

Vivimos una era, desprovista de la mítica y movilizadora ideología de la “revolución permanente” aplicable no tan solo a lo político y social por el contrario íntimamente ligado a la construcción del individuo.

Una era donde la pérdida de la identidad es un signo del fin de los procesos de la personalización desde la perspectiva historica, apareciendo como una marcada ruptura con aquellas sociedades que hasta mediados del Siglo XX se rigieron por valores universales, ideologicos y reguladores.

Desde el fin de  la segunda  Guerra mundial se observa marcados signos de fragmentación de esa vieja sociedad, para dar pasó a la actual, regida por la información, la estimulación al sexo, y el descompromiso.

Factores que determinan que hoy prevalezcan desiciones y elecciones estrictamente de orden individual, con mucha ostentación y deseos placenteros, dando paso a algo significativo, la tolerancia como mero hecho declamatívo perfilando un fuerte signo individualista, alejando al hombre de la organización e instituciones, sumiéndolo en una profunda crisis de credulidad.

Esta situación, es quizás uno de los tantos factores disociantes pero que aparece como el más importante de la determinación constructiva.

La actual sociedad estigmatizada por la “libertad individual” no nos permite interactuar con las libertades públicas y la ética.

Hoy “nuestro derecho a la libertad” actúa como factor cercenante de nuestra propia libertad frente a las necesidades y valores cotidianos.

Las sociedades modernas, se debaten en contradicciones, recorriendo un laberinto que parece no tener salida, la libertad, siempre, desde los principios del hombre fue un valor universal, hoy aparece como valor personal, que se enfrenta a intereses generales, casi con una postura “canivalésca”.
En la actual sociedad todo tiene en su propuesta una “viabilidad “y/o alternativa como lo menos malo, negando lo ciertamente representativo.

Hasta los años 70, la libertad se definía en lo económico, cultural y religioso, hoy esa misma libertad se reclama para el sexo, las costumbres, la negación de la familia, el lenguaje, y una constante y creciente actitud de violencia, transutadas en violencia familiar, accidentes, enfrentamientos individuales y masivos, que van desde lo verbal a lo físico .

Violencia en accidentes viales

Todas estas actitudes surgentes desde “la libertad individual” producen un marcado deterioro en el proceso de convivencia humana, negando la misma historia de nuestra personalidad e inconscientemente desdibujando la propia identidad.

En la construcción de “una nueva sociedad”  no pueden estar ausentes normas y valores de la vieja sociedad, las sociedades de mediados del Siglo XX, eran regidas por la ciencia, la tecnología y las ideas  a pesar que se vislumbraba un futuro  difícil cuadro económico.

Dentro de ese contexto, se produce la ruptura de sus “jerarquías” introduciéndonos en una espiral de negaciones y perdida de la credibilidad, despersonalizándonos, transitando un peligroso camino donde dejamos lo más valioso del ser humano, su identidad profunda.

Solo nos interesa mantenernos jóvenes y negar al hombre nuevo, paradigma de la revolución social, así llegamos a nuestro SIGLO XXI, enfrentados a viejas y anacrónicas posturas dirigistas y autoritarias, con la fuerte convicción de reever posturas del pasado.

Desde el mundo de las ideas pretendemos acceder a que la libertad tan reclamada sea el sujeto de la organización de la “nueva sociedad”, enfrente nos acosa el consumismo, el sexo como definición al igual que la ecología, definiciones que juegan y conjugan con la banalidad del actual SIGLO XXI, sometiéndonos a la imposibilidad de desarrollar la libertad con el derecho.

A modo de reflexión, esta última década nos muestra como saldo actual la constante de una violencia expresada con mayor demostración por adolescentes y jóvenes, que de no corregirse seria riesgoso para la nueva generación, implantando el valor del más fuerte por el mundo de las ideas.

La sociedad contemporánea diluye valores universales, siendo atravesada desde la “información”, una información que sublinimalmente instala la opinión publica, plagada de generalidades y vanalidad, reafirmando la incultura pública ejercida desde los medios de comunicación como forma de dominación; Medios que son amos de la deformación y masificacion de individualidades.

Y continuando con la idea del análisis y la reflexión, quiero retroceder hasta la caída del muro de Berlín (1989), las consecuencias de la hegemonía dominante del capitalismo y la percepción de hombres y mujeres que habiendo superado la guerra, modificaban el ángulo de su visión, para obtener una vista puntual, la de los intereses personales e individuales.

Aún persiste en nuestros días un fuerte enfrentamiento entre dos posturas ideológicas que tuvieron su apogeo (obsérvese que hablo de pasado) hasta el tratado de YALTA (1945) repartiéndose el mundo, luego como dijimos antes, cayó el muro, y el Consenso de Washington nos planteó el fin de las ideologías.

Acuerdo de Yalta(1945)

Nada de esto pudo ni podrá cambiar la verdadera y profunda búsqueda del hombre como ser social que persigue “su revolución permanente”.

Las grandes potencias industriales, hoy se debaten entre sus endémicas economías y crisis cultural y social, negando su exagerado desarrollo basado en las sociedades periféricas.

El individualismo predominante en el SIGLO XX, XXI, impulsado desde sectores dominantes como forma de atomizar las reacciones colectivas  hoy actúa como bumerang, en las figuras de los indignados, piqueteros o huelguistas.

Piqueteros en Argentina

Esta reacción surgida en los últimos años en nuestros países, producto de la integración de nuestra región, con aplicaciones de politicas sociales y económicas heterodoxas y creativas nos permitió reaccionar y retomar raíces con identidad, estamos en la etapa de transición, lo que nos proporciona la enorme ventaja de la superación, donde las individualidades deben ser el impulso vital de una sociedad con libertades, desarrollada y superadora no como una viabilidad por el contrario a de prevalecer como paradigma de esa “nueva sociedad” la representatividad participativa.
Cristina Kirchner
Latinoamérica  se esta reconstruyendo con memoria, con convicciones, unidos y organizados, aquellos dirigentes que no sepan interpretar la realidad que hoy nos moviliza con seguridad perderán el último tren para ser participes de la construcción  del hombre nuevo , ser reconocidos y trascender a futuras generaciones

Latinoamerica


*Periodista y Escritor- Sec. Prensa y Difusión “Doctrina en marcha” PJ     



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