Tragedia y responsabilidad
Por Eduardo Visco*
Una ves mas la tragedia que golpea seriamente a sus
involucrados y victimas, como también a la mayoría del pueblo que ve con
estupor y congoja la cruda realidad de un accidente, terrible accidente que
pudo ser evitado ¿o no? como el reciente protagonizado por un tren en la Estación Once (Ferrocarril
Sarmiento).
Esto no pasa de ser
nada más que una visión objetiva de un hecho por si mismo dramático.
Quiero continuar está reflexión con la mesura, la prudencia,
la comprensión , el respeto y solidaridad que merecen aquellos que ya nunca más
olvidaran lo acontecido, un verdadero horror.
Cuando a poco de conocerse la noticia los medios dominantes
de comunicación dieron rienda suelta a
su mercantilismo persiguiendo un punto más de raiting, desde el inicio se
mostraban imagenes de sangre acompañadas con una música profundizando aún más
el real drama, desde esos mismos medios se fogoneo la noticia politizándola, a
tal punto que se llego a criticar la entrega de los subsidios (los mismos que
hoy reclaman por su quita).
Independientemente de todo, es importante que con la
responsabilidad que nos compete como comunicadores sociales más allá de nuestras ideologías
asumamos con conciencia el reparto de palabras, cumplamos con nuestra primer función periodística, Informar para luego tomar parte como ser humano
comprometido con su sociedad, esa misma sociedad que construimos entre todos.
Esto implica responsabilidad y capacidad profesional, un
porcentaje muy alto de la población ( 85 %) cuando requiere alguna información
se vuelca al masivo consumo de los noticiosos televisivos y radiales, lo que
significa que el periodista
apoyado por imágenes , como" planos en picada o travelín" acompañados de música
dramática, trasmite como decía anteriormente mucho más que el real drama de la
injusta muerte de ciudadanos que se dirigían a sus trabajos ; así como en política
imponen “la agenda”
en estos casos trasmiten una idea preconceptuada de
culpables y responsables, instalan “Opinión publica”.
Quizás hubo más de un periodista que no haya aceptado la
forma de trasmitir la noticia, y obligados por sus empleadores pusieron en
juego su credibilidad a la hora de comunicar, trasgrediendo códigos humanos y éticos
profesionales, a esos periodistas como a los responsables de tamaño horror les
cabe la critica por su irresponsabilidad.
Otro capitulo merecen aquellos mercenarios de la agitación
social, quienes en el día de ayer protagonizaron un triste escenario, vaya a
saber por quien financiado, lo que si queda bien claro su intencionalidad política
enfrentada al proyecto “Nacional y Popular”, individuos despreciables tan
despreciables como la trouppe de abogados (caranchos) que a minutos del
accidente ofrecían sus servicios a los familiares y amigos de las victimas.
Como profesionales del periodismo, ciudadanos, dirigentes políticos
fuere cual fuere su identificación partidaria, actuemos con respeto frente a
una de las peores tragedias sucedidas en argentina, por un momento renunciemos
a nuestras apetencias personales y reflexionemos con amplitud de criterio, los
responsables ya están identificados , empresarios a los que solo les interesa incrementar
cuantiosas ganancias que en algún momento supieron repartir con algunos
influyentes de la política, ahora la causa está en manos de la justicia y la
investigación esta realizándose con una comisión de técnicos que informan paso
a paso lo investigado al Juez Bonadio que dictaminara la culpabilidad final.
En estos momentos aparte de nuestra profundas congoja solo
nos resta respetar la intimidad de
aquellos que ya bastante sufren con la perdidas de un ser querido, no escuchar
aquellos manipuladores de la información y por ultimo entender que esto como el
dengue no tiene identidad política.
Exijamos por medio del ejercicio de nuestros derechos,
esclarecimiento y penas para responsables y culpables.
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