CGT , Hugo Moyano
Por Eduardo Visco*
La argentina del crecimiento social, nadie con honestidad y
capacidad intelectual puede negar que sea una realidad palpable, más allá de simpatías
o antipatías partidarias y de los muchos y justificados reclamos desde la ciudadanía
con amplios debates.
Partiendo de este básico concepto de inclusión, recordemos
que el líder del movimiento Justicialista, máximo referente de los dirigentes
sindicales, Juan Perón, decía “Ni retardatarios ni apresurados”.
Desde el 2003 con la llegada del desaparecido ex presidente
Néstor Kirchner, la argentina, diría, saqueada, empobrecida, con casi todo el
pueblo sumido en la pobreza y la desesperanza, comenzó un crecimiento
permanente con sus altibajos , pero supo anteponer el empleo y la
industrialización como sustento del desarrollo y aunque insuficiente con
redistribución que se puede traducir en :movilidad jubilatoria, AUH, control a
las empresas de medicina prepaga, paritarias funcionando, planes preferenciales
para jubilados, desarrollo energético, subsidios en su momento necesarios como
incentivo al consumo popular y esto como desarrollo industrial, podríamos
seguir enumerando una larga lista tendiente al crecimiento humano y reafirmación
de su dignidad, todo esto en medio de la crisis moral, ética y económica del
llamado mundo desarrollado.
Inexplicablemente desde la conducción de la CGT , luego de un idilio de
ocho años, su conductor, Hugo Moyano, parece estar muy disgustado con el Estado
Nacional, cuestionando la “Sintonía Fina”.
Justamente el gremio (Camioneros )de los mejores salarios
del país, la reflexión es necesaria para tratar de comprender a un dirigente de
la clase obrera que sabe muy bien y
tiene excelente memoria para recordar que apenas ocho años atrás se debatía empleabilidad,
pobreza, inclusión y lo más fundamental , dignidad.
Todo reclamo mientras no exista equidad es absolutamente
valido, pero la responsabilidad de un dirigente siempre debe regirse por un
amplio criterio, proyectarse con objetividad, lo que en ningún momento
significa renunciamientos a los justos reclamos de reivindicaciones laborales
y/o sociales, solo reubicación para acompañar un modelo que ha dado muestras de
su sensibilidad frente a los reclamos populares, obreros, empresariales y
sociales.
Hugo Moyano, parece estar tomando distancia de toda su
historia en favor de los trabajadores, es importante recordar su apoyo al
reclamo de otro dirigente sindical como el “Momo” Venegas, cuando fuera
detenido para investigar su gremio por movimientos espurios con la compra de
medicamentos, diría que en pleno Siglo XXI nadie puede moverse en forma corporativa frente a actos que son sospechados como delictivos.
Con el mundo en crisis la Argentina sigue su
camino de desarrollo y crecimiento, de cara a está realidad es que todo
dirigente que se sienta como tal debe asumir su responsabilidad por la que fue
elegido y jamás sentirse en su condición individual representante solo para reclamos, a las
conquistas se llegan con una buena gestión en cualquier ámbito, sindical o político.
Hugo Moyano siempre estuvo al frente de reclamos, pero nunca
frente a un gobierno popular y nacional que desde sus inicios recupero al país,
al pueblo, la industria y el trabajo, el gremio de Hugo Moyano es la mejor
definición de las respuestas desde el gobierno de Cristina.
Luego de esta reflexión sobre el inequívoco comportamiento
de Moyano, podríamos evaluar errores de comprensión u ocultos intereses de
poder, lógicos y merecidos pero no en el contexto histórico en el que nos
ubicamos, Moyano se tiene que bajar de “Su Colectivo” para subirse al “Colectivo”
de todos los Argentinos o en el peor de los casos que de un paso al lado y
permita el cambio generacional que tanto
bien le ha hecho a la
Argentina.
*Periodista y Escritor: Sec. Prensa y Difusión “Doctrina en Marcha” PJ
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