América Latina…Ahora o Nunca…(3º parte)
Por Eduardo Visco*

Existe un origen que forjara desde la historia, el concepto Nacional y Popular en este Siglo XXI.

Si revisamos esos orígenes o principios, nos encontramos frente a culturas precolombinas, con un alto grado de desarrollo en su organización social , mucho antes a la llegada de los Españoles, en el caso de los Incas ya habían establecido una “Comunidad Organizada” que mostraba una organización social , con una estudiada arquitectura en función del desarrollo urbano, más un sistema productivo con justa distribución y además, una intrínseca cultura que aun hoy persiste, justamente por esas profundas raíces.

Lo mismo observamos en Aztecas o Mayas que se destacan por organizaciones que estuvieron a la altura del nuevo mundo “Desarrollado” y “civilizado...

El concepto de sociedad, más allá de las diversas etapas de la historia en que en que cada civilización y región tomaron sus características en movimientos populares con sus propuestas de autonomía como forma de solución colectiva de la libertad, que otorga el contexto, para la libertad individual y la igualdad social.

Estas objetivas condiciones nos introducen en una de las más sustantivas problemáticas de nuestra Latinoamérica, durante toda su historia, se podría sostener que desde nuestro nacimiento presentamos una atípica “Sociedad”.

En la actualidad persiste el conflicto que parte de lo nacional y lo social, precisamente esto aun no está resuelto.

Desde un sector aristocrático y dominante se pretende gestar una identidad determinada para reafirmar una nacionalidad conformada por “selectos” grupos culturales frente a otros “inferiores”.

Aquí me gustaría volver a ese extraordinario pensador Hernández Arregui, cuando señala en su libro ¿Qué es el ser Nacional? “Sumergirnos en el mundo histórico en cuyo seno, el ser nacional comienza a desplegarse ante nosotros como una actividad social viviente y desgarrada.
La cultura de un pueblo, asentada en un determinada área”.

Observamos desde está perspectiva, a la historia dentro de un contexto de interés y enfrentamientos, de luchas políticas y acuerdos sociales, avances que no nos condujeron a niveles de racionalidad superadora debido a que el criterio de nacionalidad siempre estuvo regido por los más poderosos quienes impusieron su criterio dominante heredado desde aquel Siglo XVI.

En estas etapas de luchas y resistencias, surge la historia ya no como un proceso unilineal del universalismo, por el contrario se plantea claramente, el necesario protagonismo, la concepción de capas marginales y su participación diluyendo los paradigmas impuestos como ley final por parte de una clase dominante.

América Latina…Ahora o nunca… (3º parte)
*Escritor y Periodista