El campo del intelectual es por definición la conciencia. Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra" Rodolfo Walsh

miércoles, 25 de febrero de 2009

TODOS...SOMOS TODOS

Como entender actitudes totalitarias de dirigentes que tienen la responsabilidad de conducir y negociar hacia los objetivos en bien de sus representados.
Es triste escuchar argumentos vacíos de contenido y disfrazados de inocencia.
La postura de algunos dirigentes son solo conducentes a objetivos políticos personales y en ultima instancia objetivos de sectores privilegiados.
La crisis “Importada” con seguridad nos a de afectar, el estado desarrolla no sin sacrificios estrategias de salvataje, gracias a eso, estamos ganando el primer set, de cara a la crisis.
Aquí cave la reflexión ¿estamos dispuestos todos, a ceder, la cuota de aporte necesario, para salir adelante?
Parece ser que no, así lo demuestran, las firmes posturas de las distintas áreas de producción, los obreros con sus justificados reclamos salariales, los comerciantes con sus remarcaciones de precios, los políticos en fuertes posturas ideológicas, los maestros amenazando, paros, los empresarios apretando y para que seguir enumerando tantas posturas encontradas, ninguna de ellas dejan de ser genuinas, pero este no es el momento.
Solo la unidad nos salvara del frente de tormenta que ya esta próximo, no nos lamentemos después.
Hace seis años, la argentina vivía una de las peores crisis sociales, políticas y aun más, institucional.
Desde entonces hemos recuperado parte del patrimonio nacional, entregado vilmente a manos foráneas, la recomposición salarial, aun insuficiente, tanto del asalariado como del jubilado, se ha establecido el pleno derecho del ciudadano a través de la implementación de los “Derechos Humanos”.
El sistema heterodoxo económico el cual aun hoy a pesar de su estrepitosa caída sigue vigente nos sumió a toda América Latina, en la pobreza estructural, acercándonos a la falta de dignidad a la hora de negociar, inversiones y/o comercializaciones internacionales.
Esta ultima etapa del gobierno Argentino, siguiendo los pasos de muchos otros Países hermanos, nos alejo de esa posición por cierto desfavorable y nos coloco de igual a igual en el plano de negociaciones.
La Argentina no esta fuera del contexto Latino Americano, donde hoy se desarrollan proyectos sociales y económicos acordes a realidades de nuestras indiosincracias, enfrentados a la globalización propuesta por el tambaleante sistema capitalista tradicional, que parece no haber entendido la historia y continúan anunciando un plan de salvataje que solo contempla, el campo financiero para seguir teniendo la hegemonía de su moneda dólar.
Así como la historia nos muestra la superación de la esclavitud por el feudalismo y luego la llegada del capitalismo, ha llegado el momento de pensar en remplazar un sistema que tiene al hombre como objeto y no como sujeto de derecho.
La Argentina encierra por sus condiciones geográficas, sociales y demográficas un potencial que nos pone de frente a un futuro promisorio, futuro que se plantea desde la unidad étnica de la América pensada por San martín, Bolívar, Marti y tantos otros héroes de la independencia Americana.
La Argentina es quizás el país de una conformación con mayores componentes de europeos y de muchas otras latitudes del mundo por lo que conforma una nación “Comospolita”.
Este es uno de los motivos de nuestras permanentes contradicciones y enfrentamientos, si cabecitas o judíos, peronistas y antiperonistas, Maradona y Fidel, militares o civiles, provincianos y porteños, tango o rock, somos superficiales, pasamos de la euforia a la depresión, leemos a Jorge L. Borges y por ahí aparece Chiapas o el Che, si el mundial es de tenis, todos sabemos tenis, si es de voley , todos somos opinologos, confusos y seductores.
Este párrafo anterior muestra al argentino medio, con sus características por las cuales siempre discutimos la razón del otro.
Pero volviendo a la crisis actual y sin dejar de lado esto último, reformulo la pregunta ¿Somos capaces de ceder, nuestra cuota necesaria como aporte, para la reconstrucción de una sociedad fragmentada, golpeada y desorientada?
Muchos estamos dispuestos a construir no sobre las ruinas del pasado, por el contrario utilizando los cimientos que generación tras generación aportaron.
Es necesario aunar voluntades con el más firme convencimiento que una sociedad se construye fuerte sobre la base de la formación de seres humanos, cada día más humanos.
Eduardo Visco Periodista

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