Buscando respuesta a la sinrazón de
un año electoral
Por Eduardo Visco *
Frente a un
año electoral plagado de contradicciones y “pases”
de pre candidatos, en algunos casos apurados ante que sierren el “libro de pases”, me llevaron a un
breve análisis y reflexión a solo seis meses de Octubre donde cada uno de
nosotros decidirá de acuerdo a sus convicciones cual será el candidato a ocupar
el sillón de Rivadavia.
El escritor
y pensador de origen francés, Lipovesky,
escribió un libro. Bajo el título de “La
era del Vacío”, premonitor de la actualidad en que próximos a un nuevo
proceso electoral, los actores parecen estar inmersos en un mundo de insultos,
mentiras acusaciones y descalificaciones, sin dar espacio al mundo de las ideas
y propuestas.
Luego de
doce años de gobierno Kirchnerista,
donde se ha logrado volver a creer e instaurar la visión de futuro en una
argentina como parte del contexto de la región, y dentro del marco de una
sociedad mejor y más justa.
Vivimos realidades
que desde la honestidad intelectual son verdades indiscutidas, lo que me lleva
a no repetirlas en esta columna de análisis y opinión personal.
Mi intención
no es adentrarme como es habitual en la coyuntura compleja y en algún caso
confuso, siempre creí que el presente sin el contexto histórico se desdibuja y
da lugar a palabras usuales y comunes vacías de contenido.
La nueva ley de Comunicaciones Audio
Visuales es quizá en
su plena aplicación (aún no logrado) la herramienta para que el protagonismo
popular no se convierta en un mero acto electoral que otorga la representación política
al Congreso de la Nación y luego la falta de honestidad intelectual y/o
capacidad para legislar se convierte en bumerang para el pueblo más necesitado y desprotegido.
Desde aquella
revolución industrial a fines del Siglo XVIII y su afianzamiento en sus
distintas etapas de desarrollo tecnológico, no hubo hecho similar como
herramienta de dominación y explotación, hasta la primera década del Siglo XX
con la aparición de la “Revolución
Comunicacional”.
Muy lejos
quedo la invención de Juan Gutenberg en 1443, cuando producía un radical cambio
en la forma de comunicar, haciendo trascender “la comunicación” fijando ideas
en el lector de distintas capas sociales.
Ya
adentrados en pleno SigloXXI , las nuevas tecnologías lejos de ser la panacea
prometida, termino determinando aún más el contraste entre los países desarrollados
y subdesarrollados.
La palabra
viva y/o escrita tiene una fuerte influencia en su receptor, cuanto más con la
aparición de medios de información complejos y sofisticados, donde el mensaje
subliminal se torna sutil y capaz de una manipulación infinitamente superior.
No podemos
dejar de mencionar a Guillermo Marconi, cuando en 1895, inventara la radio,
jugando un importante papel social como medio facilitador de información, en
principio utilizada para prevenir catástrofes naturales, cambios climáticos y
servir de guía para una más segura navegación.
La radio ,
ese fenómeno comunicacional ,aún en la actualidad tiene absoluta vigencia, lo
que en principio nación como una inocente vos, rápidamente se convirtió en una
de las principales herramientas de la que se valieron regímenes totalitarios de
los años 30 (Mussolini y Hitler),finalmente lo que había sido para Marconi, un “servicio
a la comunidad” se convirtió en la mayor industria cultural de masas, al
servicio de los grupos dominantes que rápidamente comprendieron y vislumbraron
el futuro y su importancia.
Luego llega
ese fenómeno, la televisión que ya había experimentado en los años 30/40,
llegando a la argentina en la década de los 50, bajo la presidencia del Gral.
Perón.
Este nuevo y
atrapante medio de comunicación trae aparejado verdaderos y profundos cambios
en la forma de comunicar, la ”Imagen” encargada de mostrar “La información”,
información que conmueve pero no concientiza, desde está perspectiva se observa
“Informado”, confundido por la saturación del drama diario y la proximidad de
aberrantes hechos mundiales y locales, que nos creíamos alejados y lo hacemos
nuestro internalizándolo, generándonos trastornos Psíquicos y sociales creados
por la imagen, capaz de producir miedos y fuertes sentimientos de inseguridad,
descreimiento , hasta llegar a incorporar un lenguaje común a todos los tele espectadores…”Los
adolescentes no piensan”, “Son todos drogadictos”, ¿Que será del Futuro? ; Los médicos
son todos comerciantes…los políticos corruptos…los sacerdotes pedófilos…el
Indec miente…los bancos son inseguros…no se puede salir a la calle”…y
así entrar en un estado depresivo no consciente paralizante y de total negación.
La imagen es
capaz de producir por si sola, más trastornos Psíquicos que por su contenido.
La televisión
requiere, exclusiva atención del tele vidente obnubilando la imposibilidad de análisis
y de abstención al apocalíptico mensaje de aquel momento histórico del “Consenso de Washington” planteando el
fin de las ideologías.
El informe
de la Comisión Mc Brida1980 era la síntesis de muchos
años de lucha por un nuevo orden internacional, planteando el derecho de los pueblos
a una información veraz.
Trascurridos
14 años del Siglo XXI, persisten condiciones aún desfavorables para un sistema
comunicacional del que está en manos de grandes grupos hegemónicos internacionales
y grupos locales que responden a principios retrógrados de sectores de la burguesía
nacional,quienes trabajando en forma asociada se convierten en la cara visible
y propagandística de muchos medios de comunicación en toda a la región,
utilizando estrategias de actos de desinformación
o denunciando actos de corrupción para desprestigiar y desestabilizar gobiernos
democráticos , respondiendo a la nueva conformación geopolítica internacional.
En la
argentina 2015, transitamos la nueva ley de medios aún no vigente en su
totalidad por la fuerte resistencia de los poderes hegemónicos, llevamos cinco
años de cautelares emitidas por el poder judicial que se ha convertido en el
mejor de los aliados de las corporaciones dominantes.
Toda esta
historia es el led motiv de este año electoral, ya que de estar “la Ley de
medios” en plena vigencia, la distribución de la información seria al menos equitativa,
pudiendo acercar al pueblo la realidad de un país que se vive en la actualidad
como virtual.
La oposición
no discute en el Congreso de la Nación, ámbito de debate, su espacio preferido
es en los set de televisión afín a sus mezquinos y espurios intereses
personales.
Los perjudicados
somos los ciudadanos, el pueblo o la gente como les guste llamarnos, ya que
esos mismos opositores, precandidatos a presidente o cargos electivos, hacen
uso de sus escarnios solo para rechazar toda propuesta del oficialismo sin ni
siquiera entrar al debate y pretendiendo no dar quórum para su tratamiento.
En este difícil
año y más difícil panorama, nos toca a nosotros, pueblo colocarnos a la altura
de nuestro protagonismo, en el mes de octubre, no iremos a votar a un candidato,
por sobre cualquiera existen, dos modelos de país, un proyecto liberador y
moderno, defendiendo nuestra soberanía y otro demodé, entreguista y excluyente,
nosotros…solo nosotros tendremos la última palabra.
*Periodista y Escritor: Sec. Prensa y Difusión "Doctrina en Marcha" PJ
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