INDIVIDUALISMO Y SOCIEDAD
Por Eduardo Visco*
Ante la inexplicable y equivoca actitud de gran parte de
la dirigencia opositora política y empresaría, es necesario buscar las posibles causas que afectan el
criterio, el conocimiento académico y científico, poniendo en riesgo los destinos
de la nación y el bienestar de los pueblos.
Este análisis no pretende instaurar ni
establecer una verdad única, solo quiere profundizar el debate de nuevos
valores o desvalores y comportamientos sociales.
El hombre como primer proyecto de una sociedad
colectiva, tiene un pensamiento individualista que es corregido con el aporte
de ideas y la voluntad personal, poniendo todo su potencial en la construcción
de un amplio colectivo social.
Frente a una sociedad que muestra serias
fragmentaciones y que a cambiado en forma rotunda sus vinculos,
comportamientos que producen una seria ruptura social, reflejada con amplitud
en el universo de interpretaciones, transitando un mundo “psicologista “ que
genera nuevas relaciones de comportamiento produciendo variantes en las
conductas.
Vivimos una era, desprovista de la mítica y
movilizadora ideología de la “revolución permanente” aplicable no tan solo a lo
político y social por el contrario íntimamente ligado a la construcción del
individuo.
Una era donde la pérdida de la identidad es un
signo del fin de los procesos de la personalización desde la perspectiva
histórica, apareciendo como una marcada ruptura con aquellas sociedades que
hasta mediados del sigloXX se rigieron por valores universales, ideológicos y
reguladores.
Desde la 2da. Guerra mundial se observa
marcados signos de fragmentación de esa vieja sociedad, para dar pasó a la
actual, regida por la información, la estimulación al sexo, y el descompromiso.
Factores que determinan que hoy prevalezcan
desiciones y elecciones estrictamente de orden individual, con mucha ostentación,
deseos placenteros dando paso a algo significativo, la tolerancia como mero
hecho declamativo dando paso a un fuerte signo individualista, alejando al hombre de la organización
e instituciones, sumiéndolo en una profunda crisis de credulidad.
Esta situación, es quizás uno de los tantos
factores disociantes pero que aparece como el más importante de la
determinación constructiva.
La actual sociedad estigmatizada por la
“libertad individual” no nos permite interactuar con las libertades públicas y
la ética.
Hoy “nuestro derecho a la libertad” actúa como
factor cercenante de nuestra propia libertad frente a las necesidades y valores
cotidianos.
Las sociedades modernas, se debaten en
contradicciones, recorriendo un laberinto que parece no tener salida, la
libertad siempre, desde los principios del hombre fue un valor universal, hoy
aparece como valor individual, que se enfrenta a intereses generales, casi con
una postura “canivalésca”.
En la actual sociedad todo tiene en su
propuesta una “viabilidad “y/o alternativa como lo menos malo.
Hasta los años 70, la libertad se definía en
lo económico, cultural y religioso, hoy esa misma libertad se reclama por el
sexo, las costumbres, la negación de la familia, el lenguaje, y una constante y
creciente actitudes de violencia, transutadas en violencia familiar,
accidentes, enfrentamientos individuales y masivos, que van desde lo verbal a
lo físico, donde prevalece la ideología sin análisis y como oposición sin
argumentos.
Todas estas actitudes surgentes desde “la
libertad individual” producen un marcado deterioro en el proceso de convivencia
humana, negando la misma historia de nuestra personalidad e inconscientemente
desdibujando la propia identidad.
En la construcción de “una nueva sociedad” no pueden estar ausentes normas y valores de
la vieja sociedad, las sociedades de mediados del Siglo XX, eran regidas por la
ciencia, la tecnología y las ideas, a pesar que se vislumbraba un difícil cuadro
económico para el futuro.
Dentro de ese contexto, se produce la ruptura
de sus “jerarquías” introduciéndonos en una espiral de negaciones y perdida de
la credulidad, despersonalizándonos, transitando un peligroso camino donde
dejamos lo más valioso del ser humano, su identidad más profunda.
Solo nos interesa mantenernos jóvenes y negar
al hombre nuevo, paradigma de la revolución social, así llegamos a nuestro
SIGLO XXI, enfrentados a viejas y anacrónicas posturas dirigistas y
autoritarias, con la fuerte convicción de reever posturas del pasado.
Desde el mundo de las ideas pretendemos
acceder a que la libertad tan reclamada sea el sujeto de la organización de la
“nueva sociedad”, enfrente nos acosa el consumismo, el sexo como definición al
igual que la ecología, definiciones que juegan y conjugan con la banalidad del
actual SIGLO XXI, sometiéndonos a la imposibilidad de desarrollar la libertad
con el derecho.
A modo de reflexión, esta última década nos
muestra como saldo actual la constante de una violencia expresada con mayor
demostración por adolescentes y jóvenes, que de no corregirse seria riesgoso
para la nueva generación, implantando el valor del más fuerte por el mundo de
las ideas.
La sociedad contemporánea diluye valores
universales, siendo atravesada desde la “información”, una información que
sublinimalmente instala la opinión publica, plagada de generalidades y
banalidad, reafirmando la incultura pública ejercida desde los medios de
comunicación como forma de dominación; amos de la deformación y masificacion de
individualidades.
Y continuando con la idea del análisis y la
reflexión, quiero retroceder hasta la caída del muro de Berlín (1989), las
consecuencias de la hegemonía dominante del capitalismo y la percepción de
hombres y mujeres que habiendo superado la guerra, modificaban el ángulo de su
visión, para obtener una vista puntual, la de los intereses personales e
individuales.
Aún persiste en nuestros días un fuerte
enfrentamiento entre dos posturas ideológicas que tuvieron su apogeo (obsérvese
que hablo de pasado) hasta el tratado de YALTA (1945) repartiéndose el mundo,
luego como dijimos antes, cayó el muro, y el Consenso de Washington nos planteó
el fin de las ideologías.
Nada de esto pudo ni podrá cambiar la
verdadera y profunda búsqueda del hombre como ser social que persigue “su revolución
permanente”.
Las grandes potencias industriales, hoy se
debaten entre sus endémicas economías y crisis cultural y social, negando su
exagerado desarrollo basado en las sociedades periféricas.
El individualismo predominante en el SIGLO XX,
XXI, impulsaron desde sectores dominantes como forma de atomizar las reacciones
colectivas hoy actúa como bumerang, en
las figuras de los indignados, piqueteros o huelguistas.
Esta reacción surgida en los últimos años en
nuestros países, producto de la integración de nuestra región, con aplicaciones
de políticas sociales y económicas heterodoxas y creativas nos permitió
reaccionar y retomar raíces con identidad, estamos en la etapa de transición,
lo que nos proporciona la enorme ventaja de la superación, donde las individualidades
deben ser el impulso vital de una sociedad con libertades, desarrollada y
superadora no como una viabilidad por el contrario a de prevalecer como
paradigma de esa “nueva sociedad” la representatividad participativa.
Latinoamérica se esta reconstruyendo con memoria, con
convicciones, unidos y organizados, aquellos dirigentes que no sepan
interpretar la realidad que hoy nos moviliza con seguridad perderán el último
tren para ser participes de la construcción
del hombre nuevo, ser reconocidos y trascender a sociedades futuras.
Adentrándonos en la segunda década del
SigloXXI, no podemos soslayar como estrenamos el nuevo siglo, inmersos en una
verdadera y profunda crisis por cierto marcadamente significativa.
crisis económica, moral y ética, mientras tanto con marcada similitud todala América Latina también
sufría la ofensiva neoliberal proveniente del Norte, las imposiciones del Fondo
Monetario Internacional y su socio el Banco Mundial.
La Campora y el Movimiento Evita
son quizás la cara visible de los jóvenes que están dispuestos a dar todo por
el modelo, pero los hay en todas partes, en las fabricas, en los hospitales, en
las escuelas, en las universidades y en cada rincón donde se siente el latir de
la Justicia Social.
crisis económica, moral y ética, mientras tanto con marcada similitud toda
Dentro de un contexto de vaciamiento, económico
y cultural, hecho este que reproducía en la América del Sur, empobrecimiento, reducción de
salarios, retroceso de los movimientos sindicales, desindustrialización y
precarización laboral.
América Latina enfrentaba por entonces las
condiciones impuestas por clases dominantes en convivencia con dictaduras cívico-militares
que intentaron exterminar con persecuciones, asesinatos y desapariciones toda
resistencia popular y nuevas formas organizativas de la clase trabajadora.
La situación de los pueblos Latino Americanos
teñidas de un fuerte tinte dramático era
consecuencia de las leyes económicas impuestas en el sistema capitalista, la
explotación y perdida de la dignidad humana se establecieron de la mano de
sectores corporativos imbuidos de rechazo u odio a las clase trabajadora,
sectores del campo, la industria y fundamentalmente los medios de comunicación
hoy llamadas hegemónicos.
Estos dueños del hambre no previeron la creciente capacitación de nacientes generaciones
que se proponía la construcción de un nuevo y moderno modelo social, con esa
realidad las universidades, lugar donde se forman los cuadros, políticos,
culturales, empresariales, sindicales, Etc. Se poblaron de aquellos hijos de
las clases populares favorecidos por las reformas educativas imponiendo la
educación publica y gratuita.
Max
Weber, decía “las universidades son el lugar por excelencia…
donde se reformula el saber.
Ya avanzado el Siglo XXI nos enfrentamos desde una nueva forma de Estado, donde su
intervención en casi todos los Países Latino Americano, Argentina, Ecuador,
Chile Uruguay, Paraguay, Brasil, Venezuela y Bolivia, llevan un sello de fuerte
intervención gestionando economías distributivas y de amplia reinserción
social, producto de políticas de Estado, tributarias y sociales que dan lugar a
una verdadera democracia participativa,se recupero la dignidad robada y se levantan banderas de soberanía.aún así los sindicatos no han podido interpretar su
rol de representantes de las clase obrera,
Frente a estos lineamientos no ignoro las
serias dificultades por las que aún hoy atraviesa las luchas populares, está
puesto en marcha un modelo liderado por gobiernos representados por hombres y
mujeres con edad suficiente y militancia histórica que los avala para llevar
adelante por primera ves en las ultimas cinco décadas un modelo “Nacional y
Popular” con el invalorable aporte de la juventud , haciendo efectivo el cambio
generacional tantas veces declamado por los elefantes de la política .
En la argentina el Estado Nacional, sabe que
se enfrenta a una “mafia” a los que
se les está recortando sus privilegios,"mafia"liderada por organismos internacionales (Fondos Buitre) los lineamientos trazados por la Presidenta de todos los
Argentinos nos pautan que su convicción ante cada artero ataque de los sectores
corporativos – hegemónicos , se fortalece
y desde sus discursos nos traza al pueblo el camino a seguir ,único camino el de la liberación.
.
Son los mismos Jóvenes por entonces
adolescentes que en el 2000 fueron testigos de la desaparición del Estado, del
fin de las paritarias, del desempleo, de las leyes de punto final, del
vaciamiento industrial y del permanente acoso del FMI.
Hoy
esos jóvenes hijos de desaparecidos y de la clase obrera ocupan cargos en el
ejecutivo y en el Congreso Nacional, en entidades empresariales y sindicatos, cargos que fueron ocupados
hasta no hace mucho por burócratas encerrados en la soberbia de la ignorancia.
Jóvenes que asumieron remplazar al fracaso, deslealtad e incapacidad, con convicciones y sentir patriótico, ese es el motivo de las difamaciones que vienen sufriendo, al igual que el gobierno de la Dra.Cristina Fernandez de Kirchner por parte
del grupo Clarín y sus satélites comunicaciónales.
Ante tanta infamia la respuesta no debe
tardar, la libertad esta enmarcada en limites y estos deben ser respetados se
este en el andarivel que se esté.
*Periodista y escritor- Sec. Prensa y Difusión “Doctrina
en Marcha” PJ
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